diumenge, 29 de març del 2015

Els Escurçons

Avui, excepcionalment, trobareu l'article en castellà, doncs l'he presentat al "Concurso nacional de narrativa sobre enoturismo" i he preferit preservar l'original. Gaudiu-ne!!!

LAS VÍBORAS

Un paseo por el granito y la pizarra. Una vuelta a los orígenes, al terruño, a la esencia de las personas y la tierra. Un discurso atemporal lleno de pasión y vida.

Hace ya más de una década que transito por el mundo del vino. Uno empieza en él, desorientado, abrumado, superado. Cada productor parece tener un discurso propio y cada viña parece ofrecer un vino incomparable e irrepetible. Pero después de unos primeros pasos tímidos, uno va descubriendo una homogeneidad preocupante. Son muchos los productores que se dejan seducir por modas, puntuaciones o tendencias del mercado y pocos los que realmente se dedican a escuchar a la tierra. Las primeras copas, incluso las primeras botellas, parecen abrir un inmenso mar de aromas. El tiempo y la experiencia, poco a poco, empiezan a desvelar la cruda realidad: un escenario en el que todos los actores buscan notoriedad y, a menudo, sin importar a qué precio. 
Después de muchos chascos, desengaños y frustraciones, después de demasiadas botellas parecidas, un día, de repente, un discurso emerge desde la discreción. Sin estridencias ni estrategia alguna, una voz se postula como la de un enamorado de la tierra, como la de alguien distinto, ávido de compartir todo lo que ha aprendido, desde la más sincera modestia y con la única ambición de perpetuar su amor por la tierra.


Así sucedió la primera vez que pude escuchar a René Barbier (hijo) y Sara Pérez hablando de sus vinos. Su discurso era pausado pero emocionante. Transmitían pasión, amor, devoción, fascinación absoluta por la tierra, las uvas y la historia de las viñas que miman con esmero. Sara y René tratan a todos por igual, cosa no del todo común en el mundo del vino, y no ningunean a nadie para posicionar sus vinos. Ignoran las modas y se dejan llevar por el conocimiento y la intuición, sin importarles demasiado el qué dirán; en ocasiones, rozan la temeridad, con proyectos faraónicos, poco rentables, fruto de un irrefrenable deseo de progresar hacia la integración total de la viña en su ecosistema.
Como un inocente ratoncillo me dejé seducir por su flauta, y su melodía me llevó a la esencia del vino, a un mundo en el que existe un único actor principal: el terruño. El tridente hombre-planta-entorno es el que manda. Sara y René sólo conducen los mostos que sus fincas les ofrecen hacia las botellas, e intentan facilitarles el camino con el máximo mimo y una atención extrema. El intervencionismo es casi inexistente, y así, sus vinos resultan realmente únicos.
Pasó el tiempo y me decidí a visitarles, en el Priorat. Una mañana de marzo, a eso de las 11 llegué a Venus la Universal, la bodega de Sara y René en el Montsant. Después de dar unas vueltas alrededor del edificio sin ver a nadie, Sara apareció en un todo terreno verde. “Sube!”, me dijo; sin darme tiempo a coger el pan que poco más tarde echaríamos de menos. Arrancó y empezamos a charlar sin parar; vino, vino y más vino. En seguida cruzamos un pequeño riachuelo que supone un límite natural entre la DO Montsant y la DOQ Priorat. “Fíjate cómo cambia el suelo”, arena y granito a un lado, pizarra pocos metros más allá. Magia.
En pocos minutos estábamos en lo alto de una pequeña colina, Bru (el origen de Martinet Bru). Dos copas estilo borgoña, un pequeño queso artesano que no pudimos acompañar del pan olvidado en mi coche y unas vistas maravillosas. “Observa la diferencia de colores, verde claro a un lado, verde oscuro al otro”. La interacción entre el granito y la vegetación a un lado y el efecto de las pizarras al otro. La conversación siguió avanzado y mi grado de curiosidad  continúo creciendo en paralelo. Sistemas de conducción, variedades, orientaciones, rendimientos, tratamientos; con Sara, todo tenía un porqué, una respuesta madurada y contrastada.


Subimos de nuevo al coche y nos dirigimos por una carretera de vértigo, bordeando pizarras que cambiaban de color con la altitud, a una de las viñas más deliciosas que haya visto jamás: “Els Escurçons” (las víboras). Llegamos a uno de los techos del Priorat, la vista era escalofriante; medio Priorat a nuestros pies en un día claro aunque ventoso. En una mesa sencilla, Sara posó las ya familiares copas borgoña y empezó a emocionarse. “Yo me quedaría a vivir aquí” solté sin pensar, “yo también, pero René dice que estoy loca” respondió Sara entre risas. El viento transportaba un no sé qué, un halo místico. Las viñas conducidas en postes individuales formaban curvas armónicas sobre un anfiteatro vertiginoso. Desde allí, compartimos una botella del vino de la propia finca; así todo es más fácil. “Lo que me fascina de Els Escurçons es que es garnacha pero no lo parece; el terruño se ha impuesto a la variedad de tal modo, que resulta más sencillo identificar la finca que la uva” pensó Sara en voz alta y, era verdad; sí, era un vino envolvente y complejo pero parecía hablar del terreno que pisábamos, no sólo de las uvas de que provenía. “Escurçons necesita ánfora, es una explosión, va hacia arriba, en cambio, Pesseroles (la cariñena de finca de la familia) es rudo, rotundo, se enerva con el barro, necesita calidez, mimo, necesita madera” me espetó Sara, acompañando cada frase con un enérgico gesto y un par de onomatopeias. Totalmente cautivado por tales razonamientos, no pude más que estremecerme con un nuevo sorbo y gozar del viento del Priorat en mis mejillas. En el camino de vuelta la conversación tuvo tintes históricos: la filoxera, las cooperativas, el cultivo en los llanos, la migración, las variedades antiguas y un largo etcétera.
Después de una última parada en Mas Martinet, donde pudimos catar un enorme Clos Martinet todavía en depósito de cemento y visitar la sacristía todavía no inaugurada donde descansarán las joyas de la corona. Sara me acompañó al coche donde pude, por fin, entregarle el pan que mi mujer había elaborado en casa con todo el cariño y, una botella de mi propio vino, una producción minúscula pero hecha con toda la calidez de una familia, que emocionó a una de las reinas del vino.
Nos despedimos con un hasta pronto después de un selfie que salió fatal y cada uno siguió su camino. Pero, una imagen había quedado clavada en mi retina, Els Escurçons (las víboras). Aparqué el coche en un lateral de la carretera al tiempo que Sara me avanzaba y saludaba. Mientras gozaba de las vistas que el mirador ofrecía, no pude evitar pensar que aquellas víboras no tenían veneno, sino el antídoto; el antídoto a la mediocridad, al olvidar los orígenes, al trato al vino como un producto comercial cualquiera, a la homogeneidad, a la impersonalidad … el antídoto a las modas, al inmovilismo, el antídoto al miedo.

divendres, 13 de març del 2015

Les 4 Fantàstiques

No són superherois, però gairebé. Avui és el torn de 4 regions vinícoles franceses que viuen permanentment a l'ombra dels 3 monstres (Borgonya, Bordeus i Champagne) i que sovint són força desconegudes entre el gran públic: Loire, Alsace, Rhône i Languedoc-Roussillon.

La Vallée de la Loire és una regió enorme que va des de prop de Nantes fins a les rodalies d'Orléans i després segueix cap al sud. Situeu-vos a l'inici del terç nord de França, des de sota París fins al mar per l'oest. Aquí s'hi fan pràcticament tot tipus de vins: blancs secs, negres, rosats, dolços i escumosos. Podem dividir la regió en 4 grans zones d'oest a est: Pays Nantais, Anjou-Saumur, Touraine i Loire Central. 
Pays Nantais és, sobretot, la terra del Muscadet de Sèvre et Maine, un vi blanc sec, alegre, floral i mineral associat inevitablement al marisc i, molt especialment, a les ostres. Els millors es treballen sur lie (amb les mares) i poden envellir elegantment.
Seguint cap a l'est, arribem a Anjou-Saumur. Aquí les estrelles són el chenin blanc i el cabernet franc. A la AOC Savennières, es produeix un chenin sec, mineral i profund que s'arrodoneix després de 4 o 5 anys a l'ampolla. La vedette és la Coulée de Serrant, una finca amb AOC pròpia que pertany al biodinàmic Nicolas Joly. A les valls meridionals, s'elaboren els millors dolços de chenin; Coteaux du Layon, amb les AOC Bonnezeaux i Quarts de Chaume al capdevant, és el feu de la botritis, origen de vins plens de fruita, mel i quelcom màgic. Si el que busqueu són vins negres, Saumur-Champigny produeix deliciosos varietals de cabernet franc, delicats, frescs i molt fàcils de beure.
La Touraine és origen d'alguns dels millors negres de la Loire. També de cabernet franc, Chinon i Bourgueil són apostes segures si busqueu vins gastronòmics, frescs i elegants. Més cap a l'est, Vouvray i Montlouis produeixen grans blancs secs, escumosos i dolços sempre amb chenin blanc, i amb la poma i la mel com aromes habituals.
El Loire Central és el cau de la sauvignon blanc. Sancerre i Pouilly-Fumé produeixen vins secs, alegres i frescs, amb aromes de groselles i cítrics i més subtilesa que els seus parents llunyans de Nova Zelanda.


L'Alsace és diferent. A mig camí entre la cultura francesa i l'alemanya, des del NE del país, ofereix vins versàtils, afruitats i de molt cos, que porten el nom de la varietat de raïm, cosa molt peculiar a França. Tot i la seva situació septentrional, a l'Alsàcia plou poc i els seus vins són poderosos i concentrats, únics. S'utilitza molt poca fusta, és per això que la varietat es mostra amb total transparència. La major part del vi és blanc, sec o dolç, i els més interessants estan fets amb riesling, pinot gris o la irreverent gewürztraminer (veure La italiana picant). Els vendage tardive elaborats amb raïms molt madurs tenen un equilibri excepcional entre dolçor i acidesa i els sélection de grains nobles a partir de raïms botrititzats són impactants. I, si voleu bombolles, cal buscar Crémant d'Alsace.

El Rhône és una regió de grans contrastos. Fred i monovarietal el nord, càlid i plurivarietal el sud. Des de l'extrem de la Borgonya, fins a les rodàlies d'Avignon. 
La syrah regna als turons del nord. Côte Rotie i Hermitage n'elaboren els exemples més profunds, potents i intensos; per desgràcia, la petita producció condiciona els preus. A Saint-Joseph i Crozes-Hermitage els preus són més moderats i els vins prou interessants. I, Cornas, de la mà d'elaboradors com Jean-Luc Colombo segueix millorant per a recuperar la reputació d'altres temps.
Condrieu i la minúscula Château Grillet ofereixen blancs impactants de viognier. Hipnòtics, aromàtics i voluminosos.
A la regió sud, hi ha un únic rei Châteauneuf-du-Pape (CdP), tot i que els rosats de Tavel, i els negres de Gigondas o Vacqueyras són també interessants. A CdP s'hi cultiven fins a 13 varietats, tot i que el 75% és garnatxa i el syrah i la monastrell segueixen augmentant. Els vins són forts, càlids, amb complexitat i estructura, i els millors exemples guanyen en elegància i mineralitat.


El Languedoc-Roussillon representa un terç de la vinya francesa i elabora alguns dels vins més interessants de França, cupatges rics i plens de caràcter que s'han convertit en l'alternativa francesa al Nou Món. Garnatxa, syrah, carinyena i monastrell formen part de bona part de les elaboracions. Hi ha infinitat de AOCs, així que em centraré en les meves preferències.
Coteaux de Languedoc és una regió immensa i de molta qualitat. Els estils són variats, però tots són vins madurs, vigorosos i amb matisos herbacis. A l'interior de la regió es produeix el fresc i mineral Faugères
Côtes de Roussillon Villages produeix els vins més especiats i concentrats però alhora també els de textura més sedosa. Clos des Fées fa anys que em té el cor robat.
Banyuls i Colliure comparteixen el mateix territori, però el primer és la denominació de vins dolços fortificats i el segon un fantàstic productor de vins sobretot negres. Domaine de la Rectorie i Domaine du Mas Blanc són sempre vins plens de personalitat.

Sé que hi podeu trobar a faltar molts cellers o regions, però aquest post només pretén ser una primera aproximació cap a la vinya francesa i la seva pluralitat. Gaudiu-ne! 

diumenge, 1 de març del 2015

Els intocables de la Ribera

Avui m'he proposat tot un repte: fer un petit llistat de vins de la Ribera del Duero que m'agradin de debò. Qualsevol que conegui mínimament els meus gustos sap que els vins del Duero no figuren entre els meus preferits; per què?, els trobo massa semblants. Sovint l'excés de fusta  i les sobremaduracions creen fórmules comercialment molt solvents però sense massa personalitat. Els vins que ara us presentaré, sense deixar de banda el mercat, sí són capaços de repetir un discurs coherent any rere any i d'ensenyar ampolla rere ampolla quin és el caràcter de la seva terra de procedència. Gaudiu-ne.

1. Dominio de Atauta
La vall d'Atauta es troba a la província de Sòria, a la regió més oriental de la Denominació. Les plantacions, repartides en parcel·les molt petites, tenen entre 60 i 160 anys. L'austeritat decora el paisatge a uns 1000 metres d'altitud, i els ceps prefil·loxèrics cultivats biodinàmicament es recaragolen oferint un raïm amb un caràcter ben particular: potència i elegància. Cert és, que en ocasions, si agafem les ampolles massa joves, la fusta s'apodera de la vulnerable tempranillo, però si tenim una mica de paciència i deixem que tot plegat s'integri, el resultat són uns vins memorables. Atauta elabora vins per a tots els sectors del mercat, des dels 8€ fins als 350; especialment interessant el vi que porta el nom del celler "Dominio de Atauta", un vi que per uns 25€ ofereix fruita, bosc, mineralitat, torrats, espècies i un tacte meravellós. Imprescindible.

2. Pago de Carraovejas
Obvi!!!, estareu pensant. Doncs sí i no. Les anyades de Carraovejas han pecat d'una certa irregularitat. Aquell meravellós tacte làctic que el feia diferent de la resta no ha estat present a totes les anyades, però sembla haver tornat i, aquest cop, per quedar-se. La vinya es troba a uns 850m en un entorn de clima clarament continental: hiverns molt freds i estius terriblement càlids amb escassa presència de pluja. Tot plegat, factors que asseguren maduracions de molta qualitat i, en conseqüència, grans vins. Aquí els preus es mouen entre els 25 i els 130€ i, novament, crec que el criança que porta el nom de la casa és el vi més interessant i amb la millor relació preu-plaer. Fruita vermella, tons florals, làctics, espècies i minerals; equilibrat, viu i saborós.

3. Montebaco
Lluny de les vedettes de la regió, Montebaco s'erigeix com un celler amb una qualitat-preu excepcional. El celler ocupa terres de Pesquera i Valbuena, sens dubte dos dels grans pobles de la Denominació i, tot i estar només a quatre kilòmetres del riu, la seva altitud és d'uns 900 metres. Aquí, l'argila, la calç i la forta oscil·lació tèrmica reforcen el caràcter del vi. Complexitat, mineralitat, personalitat i un fort caràcter de territori en un criança que volta els 12€. Amable, rodó i equilibrat amb aromes que van des del toffee fins a la fruita negra.


4. Goyo García Viadero
Fill dels propietaris de Bodegas Valduero, ja fa uns anys que en Goyo va decidir investigar per tal de tornar als orígens. Pretenia allunyar els excesos de fusta, i l'ús de productes com els llevats seleccionats o els sulfits. L'objectiu no era altre que deixar parlar la vinya i limitar la influència del celler. Els vins resultants parlen d'elegància i no de volum, i sovint et porten a pensar en vins de zones fresques de la veïna França. Utilitza bóta vella per tal que la fusta només doni una pinzellada a la fruita i, afegeix un petit percentatge de raïm blanc als seus vins per a potenciar-ne la frescor. No estabilitza ni filtra els seus vins. Aromes com la menta, el cacau o l'aranja no són estranyes en els vins d'en Goyo. Potser no són pel gran públic, però sens dubte val la pena coneixer-los. Finca Valdeolmos és ple de frescor, personalitat, suavitat i un tacte borgonyó per uns 35€.

5. Neo
O, el que és el mateix, Bodegas y Viñedos Conde. El projecte començà l'any 1999, quan un grup de joves amics amb la vocació de fer vins que respectessin la tradició, va començar a comprar raïms de vinyes velles. Amb aquests, varen començar a elaborar vins que buscaven l'essència, la qualitat màxima; l'èxit fou tal que ara ja tenen el seu propi celler i la seva pròpia vinya. Darrerament també, el celler ha comprat les vinyes més altes d'Aranda de Duero, a uns 700m amb el clar objectiu de seguir cultivant els millors raïms. El seu catàleg consta de 7 vins amb preus que van des dels 6€ fins als 40, i tots ells ofereixen una magnífica relació preu-plaer. Disco, Sentido y Neo són encerts segurs.

6. Vega Sicilia
El tòtem. Parlar de la Ribera i no dedicar un punt i a part a un celler que fa un segle i mig que ofereix als seus afortunats bevedors mite i màgia, glop rere glop, seria una desconsideració imperdonable. Només unes 300.000 ampolles veuen la llum cada any i, d'elles, només unes 125000 són del "Único", l'emblema de la casa. Existeix també una llista tancada d'uns 4500 clients que compren directament al celler un nombre limitat d'ampolles cada any, tal com va fer Churchill en el seu dia. Només es produeix vi en les millors anyades, és el preu de la llegenda. Una ampolla de Vega Sicília Único costa uns 200€, però l'experiència s'ho val. Tanins temperats per la fusta i el temps, llegenda, elegància i poder, un cop de puny de seda. L'esquelet d'un Bordeus i l'elegància d'un Borgonya, fruit dels prop de vuit anys que un vi de primeríssima qualitat passa en diferents recipients de fusta fins a aconseguir l'equilibri perfecte, "único".

7. Mibal
El Celler Hornillos Ballesteros és un clar exemple de feina ben feta. Poc podia imaginar aquest petit celler que el seu criança rebria, ja el 2006, 92 punts Parker. Fruit de la unió de dues famílies de viticultors, a Mibal saben el què es fan; els seus vins són madurs, amables i vellutats i, ofereixen molta qualitat a uns preus molt continguts. El seu criança volta els 10€ (preu escandalós tractant-se del Duero) i és equilibrat, ampli i expressiu; ofereix estructura i complexitat. Gran compra.


8. Alonso del Yerro
Assessorats pel prestigiós enòleg francès Stéphane Derenoncourt, el matrimoni Alonso-del Yerro, fa temps que crida l'atenció de la crítica especialitzada. Totes les feines del camp es fan a mà, inclús elaboren el seu propi compost; es busca preservar la identitat del terroir. El seu emblema és el criança que porta el nom del celler. Un vi que busca l'elegància per sobre de la potència. És expressiu i ple de caràcter, però defuig la contundència. Està elaborat amb tempranillo de diferents parcel·les i terrenys diversos (argiles vermelles, sorres i graves calcàries) i fa la malolàctica en bóta on després descansa durant dotze mesos. Regalèssia, fruita vermella i espècies; tanins sedosos i llarga persistència en boca. Una delícia.

9. Arzuaga
Un dels cellers més reconeixibles de la Ribera; quan prens una copa d'Arzuaga, saps que és Arzuaga i, això és lloable. Arzuaga té com a gran objectiu la qualitat i, per això, s'allunya de les grans produccions. Els seus vins tenen esquelet però són elegants; rotunds, rústics i complexes a la vegada. Pedra i fusta. La seva gamma consta de nou vins, dels quals, si no voleu gastar massa diners, podeu tastar el jove i potent "La Planta", l'emblemàtic "Arzuaga Crianza" o el modern "Arzuaga Ecológico". El criança, probablement el meu favorit, està fet amb tempranillo, cabernet sauvignon i merlot de la finca més antiga del celler situada a 900m d'altitud amb la roca mare calcària a un metre de la superfície. Després de passar 14 mesos en bóta, es torna balsàmic, torrat, caramel·litzat, ampli i rodó, Arzuaga.

10. Pago de los Capellanes
Imagino que arribat aquest punt molts ja el trobàveu a faltar, oi?, doncs, aquí el teniu. La paciència i l'amor per la vinya són dues de les claus que han portat aquest celler a l'estrellat. El seu nom, parla dels capellans de la parròquia de Pedrosa de Duero que solien visitar aquestes vinyes. Aquí la vinya es mima al detall, cada parcel·la rep les millors atencions per a produir així fruits excelsos. La seva gamma de vins consta de 5 vins negres elaborats bàsicament amb tempranillo. Tots ells són estructurats, elegants i amb un bon potencial de fruita. El "joven", un semi-criança molt rodonet, és un best-seller allà on va. El criança i el reserva absolutament fantàstics; aquí hauria de manar el vostre gust per un estil o altre . I, finalment, ens trobem els dos vins de finca "el Nogal" i "el Picón". Amb el primer cal ser pacient, ja que sovint la fusta demana una pròrroga a l'ampolla; el segon, el Picón, és una meravella. S'obté d'una parcel·la de 2ha amb un microclima molt particular i unes excel·lents condicions de maduració. Balsàmics, mores, sotabosc, canyella, tabac, tòfona ... Boca complexa i tanins dolços, exquisidament rodó i llarg. Excepcional.

Bé, fins aquí la selecció d'avui. De ben segur trobareu a faltar molts noms com Hacienda Monasterio, Viña Sastre, Carmelo Rodero, Pingus, Vizcarra o Valderiz, però us ben asseguro que els 10 triats són extraordinaris. He intentat oferir vins per a totes les butxaques i estils. Espero que en gaudiu. Salut!!